BONITA EXCURSIÓN A JEREZ DE LA FRONTERA Y CÁDIZ REALIZADA LOS DÍAS 14 Y 15 DE ABRIL
Este viaje organizado por Cistus Jara, con motivo de la conmemoración del bicentenario de la Constitución de 1812, nos ha permitido conocer algo más de la historia de esas ciudades.
La salida tuvo lugar el sábado, en dirección a Jerez de la Frontera, con una parada en el trayecto para el desayuno. A la llegada a Jerez visitamos el impresionante Alcázar, donde disfrutamos de toda su belleza y de la magnífica botica de principios del siglo XX. A continuación, se realizó una visita guiada en tren por las bodegas de González Byass, donde tuvimos la ocasión de conocer al famoso "Tío Pepe" y posteriormente, nos ofrecieron una degustación de sus vinos. Al medio día, llegamos al albergue, un edificio moderno con habitaciones amplias dotadas de cuarto de baño. Después de una pequeña "siestecita", partimos al centro para visitar la Iglesia Catedral, de gran belleza decorativa, en cuya pinacoteca pudimos admirar obras Zurbarán y Murillo, entre otros; también tuvimos ocasión de visitar su tesoro catedralicio y las salas nobles. Posteriormente se visitó la Iglesia mudéjar de San Dionisio (Patrón de la ciudad) y se realizó un recorrido por las calles de camino al albergue para cenar. Al caer la tarde, algunos aprovecharon para dar un "Kapote" en la noche jerezana.
El domingo, salida a la ciudad de Cádiz, una vez allí se visitó el Monumento a las Cortes de 1812 donde nos hicimos la tradicional foto de grupo, de camino al Museo de la ciudad, hicimos una breve visita a la Iglesia de San Francisco. En el Museo de Cádiz recorrimos sus diferentes salas, para conocer algo más sobre la historia de esta ciudad, que nunca ha dejado indiferente al viajero. A continuación visitamos la Casa Pinillos donde contemplamos piezas dedicadas al Bicentenario de la Carta Magna gaditana. A partir de aquí, visita a la plaza Mina, de las Flores, del Palillero, etc., con tiempo libre hasta el almuerzo en el buffet. Por la tarde visitamos la zona de La Caleta llegando a las puertas del Castillo de San Sebastián, donde el viento de poniente hizo de las suyas, para finalizar con un paseo por el barrio de la Viña. Sobre las seis tomamos el autobús de regreso a Zalamea.
Aunque no se completaron todas las plazas del autobús y el tiempo estuvo "movidito", se cumplieron los horarios establecidos por la organización y disfrutamos de dos días de convivencia y amistad.
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